
La
relación de Pedro Alfonso y Paula Chaves tiene algunos pormenores que ya
son de público conocimiento: el perro Moro (que ella no confía al cuidado de
él), la Play Station (con la que él se entretiene por horas enteras), y la
comunicación (Pedro es demasiado callado y la modelo, demasiado
charlatana).
A todo eso
se le suma un tesoro que guarda Peter: una enorme colección de camisetas de
fútbol (llegó a tener 300 ), y que a Paula muuuucho no le agradan. “Ella
esconde la ropa mía que no le gusta, ¡en especial mis camisetas de fútbol!”,
contó el productor de Ideas del Sur en una entrevista con Gente. Después, hizo memoria.
“Cuando
era adolescente estábamos todo el día jugando al fútbol. Creo que esa fue la
razón por la que termine el colegio recién a los 23 años. No hacía nada, sólo
patear la pelota”, contó Peter. Por eso, agregó: “además de camisetas
coleccioné como ocho colegios. Segundo año me gusto tanto que lo hice tres
veces. No hacía nada más que jugar al fútbol”.
“No puedo negar que soy bastante parco. Charlo con ella para que después me deje jugar a la Play”, confesó Peter.
El otro
tema que tocó Pedro fue su poco entusiasmo por el diálogo, cuestión que genera
algún que otro inconveniente en su noviazgo. De hecho, cuando ella estuvo en
Cancún por trabajo, hablaban todos los días por Skype, y él desplegaba una
táctica: “Planeo la charla para no dejar silencios, pero está claro que es
forzado. Yo le diría ‘Hola, ¿cómo estás? Te extraño‘, y cortaría. Pero no lo
hago. Le pregunto todo lo que se me ocurre para que no malinterprete mi
parquedad. Es trabajoso el noviazgo”.
Pero
detrás de esa intención, hay una estrategia oculta que Peter deschavó. “No puedo
negar que soy bastante parco. Charlo con ella para que después me deje jugar a
la Play”, confesó. Paula, ¡teléfonoooo
No hay comentarios:
Publicar un comentario